La cocina italiana es sin duda alguna una de las más populares en todo el mundo, con platos que se han convertido en imprescindibles en todo el planeta. Allá donde vayas puedes encontrar pizzas, por supuesto, pero también macarrones, espaguetis y todo tipo de pasta, recetas que habitualmente se relacionan con el país transalpino porque de hecho, en su mayoría, surgieron ahí. La gran cantidad de ingredientes de la huerta que podemos encontrar en Italia hace que su dieta mediterránea no solo sea exquisita, sino también bastante saludable, si sabemos preparar los platos de la manera correcta y con buenos ingredientes frescos. Aquí es donde viene la diferente, y es que las habituales recetas primigenias, las que surgieron en Italia, se han ido perdiendo con el tiempo y el plato se ha adaptado al lugar donde llegaba, cambiando inclusos sus ingredientes. Así sucede con los ñoquis, por ejemplo.
Este tipo de pasta, también originaria de Italia, aunque en este caso la región francesa de Niza también se disputa su origen, tal vez no sea tan popular como los macarrones o los espaguetis, pero sigue siendo también un plato de pasta muy reconocido en el extranjero, sobre todo como delicatesen. Y es que el ñoqui, a pesar de ser considerado pasta como pasa con los platos anteriormente nombrados, tiene poco que ver con sus ingredientes o su elaboración. Habitualmente, de hecho, el ñoqui se prepara con patata, así que ya no sería técnicamente un cereal. Sin embargo, al estar tan cercano a las otras recetas, casi todo el mundo la pone como un plato más de pasta. Si quieres aprender a prepararlo sigue leyendo, porque te lo vamos a explicar todo paso a paso.
Origen de este plato
El término gnocchi, en el original italiano, se utiliza para designar a una cantidad amplia de pasta. En realidad, la gente lo traduce como “pelotilla” o “masa”, por su forma y su tamaño. Es habitualmente preparado con patata, tanto en Italia como en países de Sudamérica. Sin embargo, también puede prepararse con sémola o incluso con otro tipo de pasta. El origen del plato está disputado entre las provincias del norte de Italia y la región francesa de Niza, donde tanto la expresión como el plato son muy populares desde hace siglos. Sin embargo, la fama de plato italiano ha hecho que muchos cataloguen a los ñoquis como parte de toda esa maravillosa dieta italiana que tanto nos encanta y que tanto se ha expandido en los últimos años. Los ñoquis son una de esas delicias tal vez no tan habituales, pero sí exquisitas.
Ingredientes para ñoquis de patata
Nosotros vamos a optar por la receta más tradicional para preparar esos ñoquis, por supuesto, a base de patata. Los ingredientes que vamos a necesitar son los siguientes: un kilo de patatas, buenas para hervir, como las gallegas por ejemplo, 200 gramos de harina de trigo de fuerza o harina todo en uno, dos yemas de huevo y por último un poco de sal y nuez moscada rallada. Los ingredientes son muy sencillos de encontrar, como ya puedes comprobar, y su elaboración, aunque algo más compleja, también es relativamente fácil cuando le coges el truco sobre todo al punto de cocción de los ñoquis. Vamos a ver cómo hay que ir preparando el plato paso a paso para que nos quede absolutamente delicioso.
Receta paso a paso
Nosotros vamos a quedarnos con la receta básica de los ñoquis, aunque al final también añadiremos algunas opciones para acompañarlos y que no se quede solo la pasta, algo que muchas veces puede quedar algo soso. Lo primero que debemos hacer es lavar las patatas y ponerlas a hervir durante unos 25 minutos, para que se ablanden. Cuando estén listas las dejaremos enfriar un poco y luego, cuando podamos manipularlas, las pelaremos. Dejamos que se vuelvan a enfriar un poco más, aunque es preferible mantenerlas un poco templadas, para que la masa sea más manejable. Luego las machacaremos para convertirlas en un puré sin grumos, con un tenedor o con un pasapuré. Cuando tengamos esa mezcla bien homogénea, la colocaremos sobre una tabla enharinada y en su centro haremos un gran agujero para echar la sal, la nuez moscada rallada y las yemas de los huevos ya batidas.
Ahora solo nos queda empezar a remover la masa y crear toda la mezcla, siempre añadiendo poco a poco la harina para que se vaya homogeneizando mucho mejor, y consiguiendo que vaya tomando cuerpo. La masa debe ser flexible, que se pueda manipular sin que se quede pegada a los dedos, y con ella haremos una gran bola que dejaremos reposar durante unos minutos. Después cogeremos parte de esa masa y la iremos alargando, como si hiciéramos un gran macarrón. Cortaremos esa masa cada dos centímetros y daremos forma ya a los ñoquis, al gusto, aunque habitualmente tienen forma de pelota pequeña. Para tenerlos perfectos podemos utilizar el tenedor y apretarlos junto a su parte inferior, para crearle las rayas o estrías en la piel al ñoqui. Luego los introduciremos en agua hirviendo, con un poco de sal, hasta que queden flotando, justo en su punto de cocción. Una vez los tengamos, los sacaremos y escurriremos para servirlos, solos o con guarnición.
A la hora de servirlo
Tenemos ya los ñoquis preparados, pero tal vez nos queda un plato un poco soso o desangelado si lo presentamos tal cual. Podríamos añadirle al menos un poco de queso, como el de ricota, que suele ser el apropiado para esta receta, o también con un poco de salsa boloñesa, que también le viene muy bien. Las espinacas o la ensalada también suele ser una guarnición perfecta a la hora de presentar los ñoquis una vez que ya los tenemos terminados. Esto irá al gusto, y al final se trata de tener un plato exquisito que todo el mundo pueda disfrutar y que nos traiga lo mejor del sabor de la cocina italiana sin ser el típico plato de pasta que hemos comido millones de veces.